Un paseo por la obra de grandes artistas.

martes, 28 de julio de 2015

GERMÁN GUTIÉRREZ CUETO (1893-1975) / MIS ESCULTURAS SON INVOCACIONES


  •  Se van cerrando círculos, se van geometrizando los pensamientos, aunque el impacto de algún rostro no tiene razón para ocultarse, pero es lo mismo, surgen abstracciones y contornos simbolistas, cuerpos de herrumbres, fósiles que no se sabía que existían. 


  •  Son elaboraciones que el mexicano CUETO intuye a través del proceso que le va guiando hasta encontrar la culminación que limite con los sueños de la tierra. Dentro de ese contexto vanguardista del siglo XX, él confiere a su creación su propio territorio, nacido entre las direcciones que eran la fuente de su preocupación.


  •  Por eso su trabajo es sutil pero instintivo, formal pero ligado a la realidad, expresivo y también convincente. Deja resquicios a fenómenos de incertidumbre porque como autor está persuadido de que su lenguaje ha de ser un hito en el tiempo para la infinidad de la mirada, para su curiosidad y ubicación en una superficie tan definida como indefinible.       

Tras acudir a las palabras
para explicarte sus misterios,
entre sus símbolos encuentras
tu más gélido invierno.
(José Ramón Ripoll)

sábado, 25 de julio de 2015

A MITAD DEL MURO COINCIDEN DOS ISLAS / FELIPE ALARCÓN Y FRANCISCO GOVÍN

 Una muestra de la pintura cubana actual está presente en estos días en la galería Eka Moor de Madrid,  la que protagonizan los artistas Felipe Alarcón y Francisco Govín. Su rótulo ya es de por sí significativo de una conciencia plástica del exilio, del desarraigo, de la lejanía y de la evocación.  Son experiencias y vivencias de su propia cualidad artística, que dan lugar a su identificación, y a su sentido del lenguaje tatuado en la memoria.  

  •  La obra de ambos autores, aunque se manifiesta dentro de un devenir que se sucede como si se produjese en el pasado y anticipase un futuro, reúne rasgos fisonómicos que son propios de dos creadores que parten de una figuración que se estructura como una ficción que no debe darse por finalizada mientras en la mitad del muro, además de coincidencia, haya unificación.   


  •  Exaltadoras ambas obras de cosmovisiones y microcosmos, de símbolos y metáforas multiplicados por la mitología isleña, por su génesis de un tiempo que gravita más hondo cuando es lo uno lo que se perfilaba en el interior de sí mismo y ahora ya es lo otro, lo que está allá y quien sabe si volverá.   


  •  Su visión, marcada por una representación en la que lo cromático alcanza el virtuosismo de un signo, es locuaz, emocional, perfectamente encajada en su misión, en su élan, de tal forma que contornos, personajes, escenarios, espacios y tiempos, engloban un mensaje fuertemente enérgico, apasionado, vigoroso y sedimentado, sin que con ello "no se permita al espectador terminar cada uno de los cuadros" (Manuel Vicent).   

Hay una máscara en la noche
que me recuerda a un sueño
que tuve con la vida.
(José Ramón Ripoll)

martes, 21 de julio de 2015

LUIS ORTIZ MONASTERIO (1906-1990) / NO FUI YO HASTA QUE LOS SAQUÉ DE MI SENO


  •  Para resolver sus problemas escultóricos no tenía otro recurso que volver a sus orígenes ancestrales, aquellos que dieron fisonomía a una cosmovisión, a un legado, a una historia no tan perdida en el tiempo. 


  •  Me imagino que para el mexicano MONASTERIO lo fundamental era pisar los mundos anteriores con el fin de plantear soluciones plásticas nuevas a sus necesidades, con lo que ello suponía y conllevaba de superar la duración lineal en orden a la incautación de otras dimensiones en la representación escultórica.


  •  Eso ha hecho que su obra sea una suma exultante de iconos e ídolos en los que la figuración y la abstracción conviven en un entramado conjunto llamado a convocar fuerzas y visiones de otras magnitudes, a porfiar en los signos y en los lenguajes que nuestra mirada ha de asimilar como sueños cósmicos y universales.  

Mira el horizonte y embriágate,
no del azul ni del vacío,
no de la opción del infinito,
sino del fuego misterioso
que nace en la mirada.
(José Ramín Ripoll)

domingo, 19 de julio de 2015

LILIA CARRILLO (1930-1974) / ESTO ES LO QUE TESTIFICO


  • Para México la generación de la ruptura tuvo crucial importancia, había que dar paso a nuevas inquietudes, a coordenadas plásticas que se moviesen en terrenos que desnudasen la matriz y al mismo tiempo la festejasen como un lento tránsito a una nueva poesía. 


  •  Tampoco era necesario sacarse de la chistera a Greenberg con eso de que el espacio está ahí para recibir una forma, ser dividido, quedar encerrado, pero no para ser llenado. Digresiones errabundas en el fondo, que padecen de artritis y goteras.


  •  La obra de la mexicana CARRILLO tiene la capacidad de alumbramiento y la espontaneidad de la rima que se extiende como un campo virgen que sedimenta sus huellas y sus signos, que perfila la búsqueda de sus orígenes geológicos, de su saber y sentir a fuerza de velar las superficies y fecundarlas.   

 Tras un dolor oscuro que penetra en el verso
surge la muerte como un jueves
y en el momento que la dices ocurre
desparramándose en la página.
(José Ramón Ripoll

miércoles, 8 de julio de 2015

MANUEL FELGUÉREZ (1928) / EL AMOR TESTIGO


  •  El repertorio pictórico y poético del mexicano FELGUÉREZ es un signo enigmático de sensibilidad más, uno más que da paso a otros más, sin llegar a lo que se ha dicho de que el arte, en el sentido individualista, ha alcanzado el punto cero.  


  •  Brancusi dijo que "la realidad no es la forma exterior, sino el ser de las cosas. Si se acepta esta verdad, a nadie será posible expresar algo real si imita la superficie exterior de las cosas". Es decir, los vertidos engendrados, como en este caso, que absorbe la materia. 


  •  En su obra, este artista da paso a una plasmación texturizada y señalada por la espontaneidad de la acción plástica, del gesto imprevisto, de la yuxtaposición rica en contrastes cromáticos que son los diálogos de un mosaico interior que se va escribiendo conforme se va gestando. Su homogeneización y armonía son el resultado de una búsqueda que también es punto de partida intuido y esperanzado.    

Si la tierra mojada fuera un síntoma
de su propia cosecha
todo estaría nombrado por el misterio de la aguas.
(José Ramón Ripoll) 

sábado, 4 de julio de 2015

JORGE GONZÁLEZ CAMARENA (1908-1980) / LA MAGNITUD DE LAS CADENAS


  •  El muralismo mexicano es un repertorio único ante el que me dejo intimidar hasta el punto de no saber en donde acaba la leyenda y empieza la crónica visual y plástica o al revés. Las notas que definen al mundo expresionista me valen también para identificarle: inquietudes religiosas, políticas, históricas, sociales, morales, sentimentales e inclusive neuróticas.    


  •  Mark Rothko supo decirlo sin pensarlo : "....sin monstruos, sin dioses, el arte no puede representar nuestro drama: los más profundos momentos del arte expresan esta frustración". El mexicano GONZÁLEZ CAMARENA sí pudo conseguirlo y exaltarlo.  


  •  Y además hizo verdadero el dicho, no muy afortunado entre otras cosas, de que cuanto más depende del conocimiento una experiencia estética, menos directa resultará al espectador, porque cualquier obra de arte es un objeto producido para ser experimentado directamente. 

La noche se ilumina con la luz de la sombra
y a veces a esa sombra le llamamos la muerte.
(José Ramón Ripoll)

jueves, 2 de julio de 2015

ARNOLD BELKIN (1930-1992) / BUSCO EL CONFLICTO


  •  Decía Gyula Kosice que, en todo caso, la energía creadora entre las manos y la mente del artista, lo mueve a la realización trascendental que siempre tiende a ejercer su influencia en el alma y en la cultura.


  •  En lo que se refiere al mexicano de origen canadiense BELKIN, su obra tiene muy clara la concepción que ha de delimitar y exhibir la misma: la de transmitir una experiencia que sea artística y que sea conocimiento del mundo. Que el espectador sea consciente de cómo el color, la materia y la forma se articulan dentro de un espacio concreto. De cómo incluso cobran vida y realidad ante la mirada.   


  •  Y también nos hace objeto de cómo cada acontecimiento tiene una distinta configuración plástica que conjuga una visión con otra sin hacerlas opuestas sino afines dentro de su plasmación anatómica, física y al mismo tiempo protagonista de un discurso espiritual e histórico. 

La voz de la memoria nos redime del pozo
donde las piedras caen junto al silencio espeso.
(José Ramón Ripoll)