Un paseo por la obra de grandes artistas.

miércoles, 17 de junio de 2015

RODRIGO TAVERA (1986) / HAY FANTASMAS QUE NUNCA SE VAN


  •  El mexicano TAVERA plantifica ante nosotros un mundo turbulento, el suyo, lleno de agonías, de terror, de seres entre la maldición y la muerte, entre el esperpento y la resurrección, entre lo onírico y la pesadilla, entre el fin y el nunca del principio. 


  •  La tensión, en sus obras, está permanentemente presente, así que la deformación es su forma palpable, horrenda, de transmitirnos profundas emociones, hondos gritos, rotundos sentimientos.    


  •  En ellas, además, lo nuevo está relacionado con lo viejo que perece y se disuelve, de lo contrario, como dijo Höderling, su irrupción se mantendría inabordable para el artista y no habría ningún sueño del arte. 


  •  Al fin y al cabo es todo un universo fantasmagórico que entona el "mea culpa", que no tiene otra singladura más que aquella que la visión le va arrastrando entre tinieblas, entre descensos a los infiernos que hay en cada cielo inventado para acogerlos y falsificarlos. 

Vi el arte como realidad suprema, y la vida como una mera forma de ficción.
(Oscar Wilde)