Un paseo por la obra de grandes artistas.

miércoles, 26 de agosto de 2015

ANDREA HASLER (1975) / NO SÉ SI CONSTRUYO O DESTRUYO


  •  Muchos de los artistas actuales imitan a Damien Hirst en lo referente a convertirse en una marca como parte importante de la vida (no deja de ser lamentable), incluso como afirma él mismo, en hacer puro kitsch, porque se lo puede permitir al ser considerado un gran artista.   


  •  Para algunos es una forma de romper la abotargada monotonía de la mediocridad que ha constituido lo último del arte del siglo XX. Para otros es una continuación perversa, supuestamente transgresora y provocadora. Y para los demás hay que dejarlo pasar y seguir atentos a cada una de las manifestaciones que se sucedan.


  •  Lo cierto y verdad es que la obra de la suiza HASLER parte de una concepción esponjosa, informe, repulsiva de la carne humana, para recrear el sentido de una procreación impostada que empieza por las extremidades y está pendiente de culminar ese proceso evolutivo recto o inverso. Quizás su significado sea tan ambiguo al final que se nos escape en mil acechanzas y vericuetos, pero su materia evoca una sensación táctil de despojos en un matadero. 

Ahora ya luz y ritmo me azotan la conciencia
como este mar vacío
que anuncia su dolor.
(José Ramón Ripoll)