Un paseo por la obra de grandes artistas.

martes, 12 de abril de 2016

LI ZIJIAN (1954) / NO SON MÁSCARAS


  •  Cuando vemos con detenimiento esos rostros viejos, arrugados, exhaustos, testigos de innumerables sufrimientos y no cansados de vivir todavía, nos conmocionan por las muchas respuestas que contienen, por la inexorabilidad del tiempo, por los surcos de una existencia efímera.


  •  Quizás, según las voces sagradas, sea un realismo o naturalismo caducos, pero todavía están vigentes, porque algunas preguntas sobre el destino, sobre su época, sobre su tierra -China-, sobre su existencia, están ahí, en cada estría y pliegue, en el ejercicio de una plástica que es de siempre y para siempre.  


  •  Es indiscutible la maestría y la pasión con que el chino ZIJIAN nos lleva a reconocernos a nosotros mismos en ellos para que a su vez nosotros, espectadores, podamos encontrarnos a nosotros mismos.  

Pues bien, ¡sea!, que mi guerra contra el hombre se eternice, ya que cada uno reconoce en el otro su propia degradación...., ya que ambos son enemigos mortales.
(Los Cantos de Maldoror)