Un paseo por la obra de grandes artistas.

domingo, 17 de enero de 2016

JULIA VALDÉS (1952) / EN TODO ARTISTA HAY UN ESPECTADOR


  •  Las irisaciones, las vetas, las manchas, las pinceladas ansiosas, las texturas, el juego cromático de fríos y calientes, las superposiciones, las topografías enamoradas de sí mismas, los encuentros y los hallazgos, etc., son las señas de identidad plástica de la cubana VALDÉS.  


  •  Sus obras son respuesta a aquella metáfora antigua del ojo como fuente de luz y como faro en un mundo de sombras. Y también son indagaciones que no dejan de ponerse a prueba en el cúmulo de posibilidades y potencialidades que albergan. 


  •  En la pintura los tratamientos abstractos son métodos de definición al mismo tiempo que la expresión es aglutinadora de una serie de valores que le son propios, pero que además exigen, como decía Delacroix, que su visión pueda conmover a aquellos espectadores que estén dotados de sensibilidad e imaginación. 

En este dorado cautiverio, la burguesía urbana del Tercer Mundo deja de ser ciudadana de su propio país y se convierte en nómada que pertenece y debe lealtad a una topografía del dinero, que es patriota de la riqueza y nacionalista de un lugar exclusivo y dorado (Jeremy Seabrooks).