Un paseo por la obra de grandes artistas.

martes, 15 de septiembre de 2015

ERIC LACOMBE (1968) / NO NOS SON EXTRAÑOS


  •  ¿Qué es lo que nos aterra al mirar estos cráneos con esta definición tan marcada, incluso tan virtuosa? ¿El qué no nos son accesibles en su pensamiento más allá de ellos porque los consideramos una representación macabra que ya agotó sus propios límites?  


  • Quizás se produzca ese fenómeno, no es descartar, o sea al revés, el de un reconocimiento como íntimo e interno que nos asombra al tenerlo delante de nuestros ojos, que quedan subyugados a una significación que no percibíamos a pesar de no sernos desconocida.  


  • En estas obras, el francés LACOMBE muestra su gran dominio de los resortes y recursos pictóricos y psicológicos, del uso a un requerimiento de emociones que siempre nos dejan a la luz de una oscuridad que nunca nos será fiel, al contrario, su infidelidad será el decisivo contraste entre su visión y la que nos concierne si al final aceptamos el desafío.  

El que no sospechaba
que ser independiente
es poder elegir
a quién necesitar.
(Benjamín Prado)