Un paseo por la obra de grandes artistas.

miércoles, 20 de abril de 2016

BRUNO NOVELLI (1980) / NO ME HACE FALTA MÁS


  •  En la pintura siempre hay algo que no está hecho ni descubierto, una epifanía que nos está esperando en una parada del metro o en un paisaje del trópico. Y nace de lo inteligible y lo sensible, de lo conceptual y emocional, de la presencia de un significado que la individualidad de las partes y sus relaciones con el todo hace directamente presente para el ojo ejercitado en la percepción.  


  •  Así es como la obra del brasileño NOVELLI, dada su deslumbrante escenografía, tiende puentes en una visión figurativa, geométrica y colorista, que enfatiza un mundo estrictamente imaginario, una realidad que define un cosmos apabullante, metonímico y metafórico.  


  •  Es el reencuentro con una esencia pictórica que se localiza en un limbo fantasioso en el que habitar y pensar, en el que construir los signos de un nuevo lenguaje que nos sirva para cambiar nuestra forma de comunicación y estar siendo y gozando. 

Dos pequeños erizos, que no crecen ya, han arrojado a un perro, que no lo ha rechazado, el contenido de mis testículos: tras lavar con cuidado la epidermis, se han alojado en su interior.
(Los Cantos de Maldoror).