Un paseo por la obra de grandes artistas.

viernes, 14 de abril de 2017

MAX WALTER SVANBERG (1912-1994) / NACÍ SIN HABER MUERTO


  •  El sueco SVANBERG nos dejó esta frase: "es preciso, para llegar a la nitidez de la belleza, ser dolorasemente consciente de la presencia posible de la muerte". Quizás por eso huyó de la misma parapetándose en una imaginería que evocaba toda una historia de la pintura y de la cultura.  


  •  Su pintura tiene los dos requisitos que exigía Don Judd en toda forma de arte: su grado de generalidad y su grado de especificidad. Mas allá, los caminos son legibles pero, no obstante, se encuentran profundos, lejanos.    


  • Porque si el espíritu está en la mirada del pintor, la belleza marca el punto de encuentro, la sensibilidad, la creatividad idolátrica de lo que nunca muere. En este caso nos situamos visualmente entre el presente y el pasado, entre la poesía y el aura mítica.     


  •  Por consiguiente, y dando la palabra a Balthus, la meta de la pintura es la desnudez, la proximidad con todos los hombres y la universalidad que los hace inmensos, conmovedores.

Ahora notaba ese dolor vago que es señal de ausencia, una especie de vacío que se hace presente...
(María Zambrano)