- Ya no hay imágenes que nos separen de los acontecimientos oníricos de las edades. Ni tampoco colores que sean esos instantes de sueños que se repiten a lo largo de toda la vida. Para la colombiana HERNÁNDEZ, residente en Bélgica, la pintura es su conciencia y esa conciencia es toda su fantasía.
- Incluso en sus estampas de contexto social, femenino, íntimo, hay un trasfondo sobre una identidad que no quiere crecer y si lo hace es para internarse en ámbitos donde la imaginación sea duende y le permita en cierto modo escaparse.
- Todas las gamas cromáticas están sus obras, pero no para mortificar ni proyectar rasgos dramáticos, al contrario, se manifiestan como jubilosos y dando forma a un imaginario radiante. No importa que sea una exaltación para no caer en la desesperación y el desfallecimiento, ese alborozo infantil está ahí para no irse.
¿A buen precio? La piedra está a buen precio,
pero la lápida es cara:
es difícil grabar un nombre en el silencio.
(José Luis Rey)