Un paseo por la obra de grandes artistas.

martes, 1 de septiembre de 2015

YONG HO JI (1978) / ACARICIÉNLOS


  •  Hoy todo puede convertirse en arte: él está en todo, incluyendo a aquellos objetos hechos en cantidades masivas, con una base comercial e industrializada. 


  • Por lo tanto, los fragmentos de unas cubiertas de goma viejas, engarzados, pegados, ajustados y configurados pueden ser los soportes de una actividad artística y escultórica que de repente provoca esa metamorfosis que nos deja con esa irrupción iluminadora y regeneradora de que hablaba Wilde, sin llegar o llegando a subordinarlo a todo lo demás.      


  •  En todo caso el coreano HO JI no permite que sus tótems o efigies pierdan la fiereza, el aliento de fuerza y vida, de agresividad y energía, que son los emblemas de todo un ideario estético y fabulador que tiene sus referencias ancestrales en la mente del hombre y que seguirá teniéndolas mientras queden estos símbolos presentes en nuestra memoria y nuestro presente.    

Llega el tiempo sin tiempo a ocuparnos de la casa,
a borrarnos la huella
que hemos dejado en las palabras.
(José Ramón Ripoll)