Un paseo por la obra de grandes artistas.

lunes, 14 de marzo de 2016

BERND KOBERLING (1938) / MI PASIÓN


  •  La pasión por el color desnuda la línea, ya no va más allá de ese paisaje que más que exterior es un reflejo de sí mismo, de su biografía física y espiritual, de la correspondencia entre creador y obra en vilo.


  •  El trabajo del alemán KOBERLING es el ejemplo de lo que señalaba Kirk Varnedde respecto a "que se puede demostrar que las revoluciones que produjeron originariamente el arte moderno, a finales del siglo XIX y principios del XX, no han llegado a su término ni han sido superadas, y todavía es posible entender el arte contemporáneo como la extensión y revisión en curso de tales innovaciones y debates fundamentales".   


  • En ese sentido, las soluciones plásticas de estas piezas abarcan una flora animada y volátil en un espacio abierto para ellas, su movimiento y filigrana cromática se asemejan a medusas envueltas en la transparencia de un espejo acuoso y vitral, magia pictórica de una belleza secreta.

El que duerme lanza gemidos, parecidos a los de un condenado a muerte, hasta que despierta y advierte que la realidad es tres veces peor que el sueño.
(Los Cantos de Maldoror)