- No vayan a pensar que es un Jardín de las Delicias japonés dada la nacionalidad de la autora. No, eso no, pero sí que es una artista visionaria que escapa de la sociedad, se construye otra bajo el paragüas del mito y se recluye en ella. También es posible que todo este imaginario minúsculo sea un cruel paraíso destinado a la salvación.
- Lo cierto es que IKEZOE nos propone un viaje y una exploración que enlace arte y vida, y dentro de estos tránsitos un conjunto de vivencias misteriosas que tenemos que mirar con minuciosidad y percibir la plástica tan bien estructurada de su definición.
- No cabe duda que juega a unos contrastes muy acusados, que acentúa las distintas dimensiones de la figuración y el cromatismo y nos hace interrogarnos sobre las razones de un universo tan desmedidamente extraño, enloquecedor y primitivo. Quizás es una confesión que todos ignoramos pero que tenemos enjaulada.
La casa
el mar
la tierra
y ese sol para siempre.
La casa
el mar
la tierra
y ese sol al fin nova.
(Idea Vilariño)
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