Un paseo por la obra de grandes artistas.

sábado, 2 de abril de 2016

CONSTANZA LÓPEZ SCHLICHTING / NOCHE TRAS NOCHE, DÍA TRAS DÍA


  •  Para la madrileña CONSTANZA el color es un espíritu que sin sacralizar contiene la placidez de un entendimiento sobre como enfocar una vocación estética. Su experimentación está mediatizada por unas vivencias en las que no caben rasgos broncos, sino pátinas cameladas que nacen de un trabajo constante respecto a infundirles una mayor viveza aunque no imaginación.


  •  Siendo como es una artista de ojos azules, que en China son indicio de una excepcional ferocidad y maldad, su obra no tiene catarsis, busca una y otra vez un sentido cromático que hasta en la amargura de las imágenes provoca la visibilidad de una falta de carnosidad penetrante.   


  •  Quiere sobre todo luz, sembrarla, incluso en su mayor grado de abstracción es la claridad la que se considera inherente y como parte de la significación que forma la temática de fondo. Blancos, azules, amarillos, etc., de contextura tímida e íntima, constituyen casi toda una resistencia a vencer dentro de su autoconciencia, así como una falta de tensión.    


  •  Pero el medio a través del cual opera la energía ya empieza a absorberla y es la base que determinará un progreso en su quehacer futuro y unas nuevas hechuras en su producción que la dote de más fuerza y revelación. 

Quisiera amarte y adorarte; pero eres demasiado poderoso y hay temor en mis himnos.
(Los Cantos de Maldoror)

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