- Esta famosa máxima de que hay que crear una red de relaciones intersubjetivas y participativas entre artista y público para oponerse al turismo cultural superficial y consumista queda muy bien, aunque nadie sepa lo que es en realidad.
- No obstante, la pintura del canadiense ASPELL es capaz de tal implicación y de otras más, por cuanto constituye una visión lúdica que contamina y absorbe a todo lo que esté a su lado o enfrente. Es lo que llamaríamos una plástica de un mundo original entre lo industrial y tecnológico y sus resultados distópicos.
- Por tanto, es una creación rica en proyecciones, en ficciones y sueños, en robots y sus desencantos, en humanos y sus filibusterías grotescas, en mecanizaciones colegiadas y con el espanto de ser santas y benditas. Una maravilla desconcertante y bella amada.
Aquí descanso yo, y en este pozo,
Pues que no siento, me solazo y gozo.
(Alfonsina Storni)
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